Un evento de ocio educativo para disfrutar en familia lleno de propuestas educativas y culturales de alto contenido pedagógico y lúdico. Un espacio para compartir padres e hijos… Fue en Madrid la semana del cinco de diciembre de 2011.
Allí estuvo el RYE. El grupo de investigación del yoga en la educación se introdujo, para algunos paradójicamente, en un contexto donde todo parecía bullicioso, tumultuoso y lejos de lo que el yoga, como leyenda urbana, suele ofrecer…
Os diremos que no sólo tuvo un lugar sino que además era encantador observar cómo los niños se quedaban parados delante de nuestro árbol de los deseos o delante del enorme laberinto que se extendía sutilmente en el suelo y que de manera tácita invitaba a todos los pequeños a zambullirse en sus sinuosos caminos, ante la mirada perpleja del adulto.
Fue curioso cómo al final de largo espacio de tiempo los padres viendo que los niños no querían dejar de hacer mándalas ni dejar de jugar a nuestras propuestas, empezaban a conversar con nosotros… ¿ Quiénes éramos? ¿ A qué nos dedicábamos por qué yoga en la educación? Preguntas que no sólo obtuvieron respuesta sino que acallaron ciertas inquietudes familiares y de lo cual nos sentimos orgullosos.
Nos acabamos de convencer que la serenidad, la calma, el acogimiento la escucha activa siguen siendo el instrumento más valioso de interaccionar con los niños. Corroboramos una vez más que además de ruidos, tecnología, modernidad y objetos peculiares, todos los niños vinieron a sentarse a compartir una charla agradable llena de aceptación y respeto a su sabiduría innata que a veces los adultos ignoramos. El yoga una vez más con pequeños indicios y todo su poder ancestral consiguió hacerse hueco en la inmensidad del color, extensión y desdoblamiento de estrategias y artilugios sicodélicos mil que toda la infancia podía encontrar en la agradable feria efectuada en Madrid.
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